STAJ alerta sobre el riesgo de colapso en la Violencia sobre la Mujer ante el aumento de competencias en una materia en la que se está quitando la especialización y se encuentra falta de medios personales y materiales.
El Sindicato de Trabajadores de la Administración de Justicia (STAJ) advierte del grave riesgo de colapso en los Juzgados especializados en Violencia sobre la Mujer, tras el aumento de competencias previsto en la nueva Ley de Eficiencia.
A partir del 3 de octubre, los Juzgados y secciones que atienden casos de violencia sobre la mujer asumirán también todos los delitos de violencia sexual contra mujeres. Aunque esta medida busca mejorar la atención y protección a las víctimas, STAJ denuncia que no se ha previsto un refuerzo proporcional de medios personales ni materiales.
Este incremento de funciones ha generado preocupación en el sector, sobre el aumento de la planta judicial que los jueces tildan de escasísima, STAJ advierte, que dicho aumento no contempla el refuerzo proporcional de los Cuerpos Generales del Personal Funcionario que dan soporte a cada Magistrado. Incrementar más plazas de Magistrados sin el correspondiente aumento de personal, y con las actuales plantillas que se encuentran con multitud de plazas sin cubrir por todas las administraciones, puede generar la ineficacia de una materia que debe ser rápida en su respuesta o de lo contrario muchas víctimas no tendrán la protección que necesitan.
STAJ reclama en todo el territorio nacional el aumento urgente de personal funcionario especializado, así como el reconocimiento de los complementos correspondientes.
La especialización es clave desde el inicio del procedimiento hasta su ejecución, incluyendo la tramitación de recursos.
Con la nueva organización judicial, que centraliza funciones en macro oficinas y elimina la especialización en muchos partidos judiciales, los funcionarios y funcionarias que antes trabajaban exclusivamente en violencia de género ahora deben atender todo tipo de procedimientos. Esta desespecialización pone en riesgo el funcionamiento de una jurisdicción singularmente sensible, diluyendo la esencia de estos órganos judiciales, y el fundamento que dio lugar a su creación. No debe olvidarse, que una de las características vitales de los procedimientos de violencia sobre la mujer, es su naturaleza recurrente, puesto que la reincidencia en episodios violentos en el seno de la pareja o expareja es un hecho común en casi todos ellos, que es infrecuente en otras materias, por lo que la cercanía y especialización se difuminan en las macro oficinas, con la consiguiente deshumanización.
La situación es preocupante: la falta de eficiencia en esta materia podría generar perjuicios irreparables para muchas mujeres en situación de vulnerabilidad.